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martes, 28 de mayo de 2013

Apoyo internacional al terrorismo en Siria

Siria denunció ante la ONU que bandas armadas opositoras utilizaron armas químicas el 19 de marzo en el asesinato de al menos 15 personas en la provincia norteña de Alepo. Según fuentes gubernamentales, el lanzamiento de un misil con una ojiva química representa al menos la segunda ocasión en que grupos terroristas financiados desde el extranjero utilizan arsenal químico contra militares y civiles. El gobierno de Bashar Al Assad responsabilizó legal y moralmente a Qatar, Turquía y Arabia Saudita de esta atrocidad, países a quienes acusa de financiar y armar a bandas opositoras. La ONU no ha ingresado aún al país para comprobarlo.
Días antes, el embajador de Siria ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), Faisal al-Hamwi, cuestionó que la Comisión que investiga la crítica situación que vive el país tras dos años de conflicto armado confirmara en un informe público que “algunos Estados proporcionan apoyo financiero y material a los grupos armados”, pero evitara “mencionarlos por su nombre, aun cuando son de sobra conocidos, con Qatar a la cabeza”. También cuestinó que en el informe “no se mencionan los ataques terroristas de grupos afiliados a la red Al-Qaeda, como el Frente Al-Nusra, contra hospitales, ferrocarriles, quema de cultivos, sabotajes a plantas de energía, escuelas, universidades y otras infraestructuras”.
Según fuentes citadas por el periódico estadounidense The New York Times sobre el tráfico aéreo de armamento, en los últimos meses los envíos de armamento a los rebeldes sirios desde Turquía y las monarquías árabes aliadas a Washington se han multiplicado con el apoyo de la CIA. Jordania, Arabia Saudita y Qatar –entre otros– han enviado más de 160 aviones militares en el último tiempo. Según el periódico, el gobierno turco se encarga de transportar las armas que recibe por vía terrestre a territorio sirio. “Una estimación conservadora de la carga de estos vuelos sería de unas 3.500 toneladas de equipos militares”, aseguró el investigador Hugh Griffiths del Instituto de Investigación y Paz de Estocolmo citado por The New York Times. “La intensidad y la frecuencia de estos vuelos sugieren una operación logística militar clandestina bien planeada y coordinada”, agregó.
El gobierno de Al Assad entregó reiteradas veces pruebas al Consejo de Seguridad de la ONU sobre la vinculación de grupos armados opositores con Turquía, Qatar, Arabia Saudita, Israel, Gran Bretaña y Estados Unidos, que les proporcionan apoyo logístico, financiero y refugio.